El pasado martes 14 de
agosto la organización del evento nos informa de que este año el agua está a 11
grados y se permite nadar con botas y guantes de neopreno. En ese mismo momento
fui consciente de que las condiciones iban a ser muy adversas.
Por lo que decidimos adquirir un gorro de neopreno y cremas calentadoras especificas para este tipo de travesías. Un dato para poner en situación es que en España con menos de 13° no se permite nadar.
Volamos a Edimburgo el viernes 17, donde allí cogemos el tren rumbo Inverness. Pueblo situado en las tierras altas y donde desemboca el río Ness. Pueblo precioso y acogedor del que disfrutamos paseando con el típico día escocés. Intercambiándose el sol y la lluvia fina que apenas te moja.
Mis padres y Ana intentan gastar bromas pero yo no hacía más que dar vueltas al tema del frio.

Llegó la hora, a las 10am
suena la bocina. El agua helada. Las manos y pies duelen y cada vez que entro
la cara en el agua no soy capaz de soltar aire. Noto un frio intenso en los
labios e intento nadar un poco con la cabeza fuera para buscar un hueco entre
el resto de atrevidos. Me recuerda la sensación a cuando vamos a nadar al rio Bullaque
el 31 de diciembre. Por un momento recuerdo la conversación con otro nadador
que este año repetía la experiencia: "You must relax and enjoy it" (Relajate y difruta) y así, pasando por la primera de las 5 boyas que marcaban el
recorrido comencé a disfrutar. Tanto que tengo la mala suerte de que las gafas
no funcionan como deberían y en vez de pensar en abandonar. Aprieto los dientes
y continúo sin sentir los músculos de la cara. Cada vez que llego a una boya me
coloco de espalda y me quito el agua de las gafas para seguir disfrutando de la
prueba y el paisaje. El agua muy fría pero cristalina. Podías ver a los
compañeros a la hora de adelantarles. Siendo un extra de motivación. Lástima
que no viésemos a Nessie. Seguro que desde las profundidades él estaba
observando. Al igual que los familiares que están ubicados en un emplazamiento
privilegiado para ver y disfrutar del espectáculo. Intento saludar a mis padres
pero ellos no son capaces de distinguirme

Avisto el arco de la meta y tengo un sentimiento
contradictorio de que por fin se acaba la batalla contra el frio pero se me ha
hecho corto.
A la salida cuesta ponerse de pie en la orilla y entonces sí:
A la salida cuesta ponerse de pie en la orilla y entonces sí:
RETO CONSEGUIDO: TIEMPO 27:10. RECORD PERSONAL. 31° DE MAS DE 400. Toda una sorpresa contando que el objetivo era terminar esta odisea.
Agradezco a todos los amigos
del CLYN que me dieron su apoyo, a mi amigo Luis por prestarme su traje y por supuesto, a mis hermanos Juani y Maripi y
de manera especial a Ana, Pilar y Juan (esposa, madre y padre) por acompañarme
en esta aventura y formar parte de ella.
"Os quiero"
David
David